
Ishat
Diosa del caos, el destino, la muerte, la noche, la guerra y la magia.
Responde a muchos nombres y es descrita como una cambia formas. Hay quienes cuentan experiencias topándose a la diosa como eventos milagrosos, mientras hay quienes le guardan profundo miedo y respeto por los encuentros aterradores contados por otros.
No se tiene total certeza de cuál suele ser su “personalidad”, si es que responde a elementos tan humanos, pero se esperan de ella respuestas desparpajadas. Es percibida como una figura que juega con las circunstancias para favorecer ya sea a quienes tiene en buena luz, o a los eventos que desea causar.
Tiene un conocimiento y manejo intrínseco de los hilos que vinculan a las esferas y las vidas de todos, así que es probable que la mayoría de los grandes acontecimientos sucedidos hayan sido acomodados por ella desde mucho antes.
Dentro de sus actitudes más frecuentes está la de ser impulsiva. De allí que el poder que otorgó a las criaturas se denomine Capricho.
Su energía no es buena ni mala, sencillamente es caótica. Y donde puede castigar a unos, es bien sabido que también cuida fervientemente de otros, llegando a mostrar una naturaleza maternal, donde su protección es bastante agresiva.